Como hacer que un nuevo hábito perdure en el tiempo
POR CHARLY BEAUTELL
Cambiar hábitos que ya no queremos, o integrar un nuevo hábito en tu vida es uno de los procesos más simples que hay. De verdad, el proceso es realmente simple.
Otra cosa es que sea fácil hacerlo. Si has intentado cambiar o integrar nuevos hábitos en tu vida habrás experimentado lo difícil que puede ser mantener ese hábito en el tiempo.
Estoy seguro que esto ya te ha pasado: a principio de año haces una declaración de propósitos de año nuevo, que incluye empezar a ir al gimnasio cada semana, dejar de fumar, ser más ordenado, y un largo etc.
Habrás experimentado que después de un mes o a los dos meses de empezar, sientes que la motivación empieza a caer de manera rápida, y te ves poniéndote a ti mismo excusas para no hacer aquello con aquello a lo que te has «comprometido» hacer.
Esto es lo que pasa por tu cabeza: «Realmente ir al gimnasio no se adapta a mi horario personal, no tengo tiempo para el gimnasio, ese gimnasio no es lo que esperaba, no me gusta el entrenador, tengo otras prioridades antes que ir al gimnasio, etc.»
Y por supuesto te acabas creyendo tu diálogo interno. Te convences a ti mismo que lo que te cuentas es cierto y lo acabas justificando. Así que otro año más de propósitos no realizados…y al año siguiente lo mismo.
El secreto para que un hábito sea para siempre
Quizás te estás preguntando. Vale, y ¿Cuál es el secreto para conseguir que un hábito se integre en mi vida y perdure en el tiempo?
Existen muchas técnicas y formas para que integrar un hábito sea más fácil, y que iré compartiendo en diferentes artículos.
Pero antes de todo eso, tienes que decidir lo más importante de todo si quieres que un hábito se integre en tu vida: tu nuevo hábito debe convertirse en parte de tu identidad.
Puedes buscar mil maneras de motivarte o de forzarte a hacer algo nuevo, pero ya te anticipo que dejarás de hacerlo si vas a depender únicamente de tu voluntad y tu motivación.
Recuerda: un hábito es algo que repites cada día o cada semana varias veces de manera automática. Es algo repetitivo y que se convertirá en algo monótono o aburrido. Así funciona.
La única manera que hay para que un hábito se integre en tu vida para siempre o durante muchos años es que se convierta en parte de tu identidad. Parte de quien eres y como los demás te ven.
El nuevo hábito formará parte de tu estilo de vida. No es simplemente algo que haces, es algo que te identifica como persona.
Tu nueva identidad será la de ser una persona que hace ejercicio y que cuida su cuerpo. No puedes imaginarte a ti mismo sin hacer ejercicio. Es parte de ti, de tus valores y de tu estilo de vida.
Sólo cuando esto ocurre tendrás la voluntad y la motivación para seguir repitiendo este nuevo hábito incluso esos días que te sientes desmotivado y sin ganas.
Pongo el ejemplo de lavarse los dientes porque es muy práctico y todo el mundo lo hace. A día de hoy este hábito ya lo tienes integrado en tu vida y no tienes ni que pensar en lavarte los dientes después de comer. Simplemente lo haces.
Te pregunto: ¿Te imaginas tu vida sin lavarte los dientes? Espero que tu respuesta sea no, por el bien de tu salud bucal. Lo cierto es que lavarte los dientes es parte de tu identidad, y tu vida es inimaginable sin este hábito.
Para las personas que cuidan su cuerpo, que están musculadas y van al gimnasio cada día, ir al gimnasio es como para ti lavarte los dientes. Así de simple.
Ir al gimnasio es parte de su identidad. Su vida sin gimnasio no existe. Es parte de su estilo de vida. Este es el objetivo que tienes que alcanzar para que un hábito perdure.
Como funciona esta técnica
Para que esta técnica funcione lo primero que debes saber que quieres en tu vida y quien eres en esencia. Esto es muy importante porque tu nuevo hábito debe estar alineado con quien eres y con tu propósito de vida.
Si no es así, difícilmente conseguirás que este hábito forme a ser parte de tu identidad. Simplemente no estará alineado contigo y no sentirás nunca que sea parte de ti y de lo que haces cada día.
Básicamente no tendrás la motivación y las ganas de seguir haciéndolo porque no va contigo, con quien eres y lo que en realidad te gusta.
Te pongo un ejemplo: A mí me encanta ver bailar flamenco. Me apasiona y me pone los pelos de punta. Es algo que me gusta, pero no me veo bailando flamenco yo. No lo identifico como parte de quien soy.
Sé que si mañana me pongo a dar clases e flamenco para aprender, no tendré la voluntad de seguir, porque es algo que me gusta ver, pero no lo quiero aprender a hacer. Lo haré un mes quizás y luego lo dejaré. No soy yo.
Si quieres cuidar tu cuerpo y estar en forma física, debe ser algo que integres en tu identidad y forme parte de quien eres para que tu estilo de vida cambie. La gente debe verte y decir: «Allí va Charly, una persona que cuida su cuerpo y está en forma siempre».
La clave está en cómo te hablas a ti mismo sobre el nuevo hábito. No es lo mismo decir «Yo soy una persona que se cuida el cuerpo y la alimentación» que decir «Quiero empezar a hacer gimnasia y comer mejor»
Hay una gran diferencia entre decir «yo soy esto» y decir «yo quiero esto«. La primera forma parte de ti y de quien eres, y la segunda es un deseo en el aire.
Cambiar hábitos es simple. Solo debes empezar a hacerlo. Sé que no es fácil, porque requiere de disciplina, determinación, motivación y voluntad. Pero si el hábito es parte de tu identidad, todo es mucho más fácil.
!Ánimo¡
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