Como tomar decisiones importantes
POR CHARLY BEAUTELL
En muchas ocasiones te enfrentas a un problema o una decisión importante de tu vida y no sabes como actuar. Quizás porque no tienes suficiente información, o porque tienes demasiada información, o simplemente porque la decisión es urgente y tienes miedo a equivocarte.
El resultado de tomar decisiones importantes basadas en solucionar el problema lo antes posible nos puede llevar a cometer errores graves que a la larga pueden acabar pasando factura a nuestro bienestar y satisfacción personal. Algunos ejemplos…
- Si te ves en la situación de tener que buscar un trabajo aceptas aquel en el que te pagan más o te dan más beneficios porque de esa manera tendrás más dinero para gastar y tener «un mejor estilo de vida».
- Si te ves en una situación de tener que contratar a una persona para tu negocio eliges a la que más experiencia tiene y la que «mejor currículum» presenta, sin valorar si esa persona se alinea con los valores, el porqué y la cultura de tu empresa.
- Si te ves en una situación financiera complicada en tu negocio recurres a tácticas y estrategias de dudosa legalidad y ética para poder superar la crisis, sin valorar los efectos negativos que eso puede tener a la larga en tu negocio frente a tus clientes y tus empleados.
- Si tu pareja te deja y te sientes solo y abandonado buscas desesperadamente a alguien que te acompañe inmediatamente por miedo a quedarte solo o sola, triste y sin pareja, sin valorar el daño emocional que puedes crear a la otra persona y a ti mismo en el futuro.
Probablemente te resuenen algunos de estos casos que experimentan cada día muchas personas cuando tienen que tomar decisiones importantes.
El gran error que cometemos al tomar decisiones importantes
La mayoría de las personas toman sus decisiones enfocándose en la urgencia y en como solucionar el problema de manera inmediata, sin pensar en los efectos que puede tener esa decisión en el futuro.
Vivimos en una sociedad en la que todo es urgente, en la que valoramos a las personas por el trabajo que tienen, la casa que tienen, el coche que tienen, el dinero que ganan, el status y posición que tienen, y la imagen que transmiten al mundo de «felicidad» y logros conseguidos.
Admiramos sobre todo a las personas que básicamente han conseguido «todo» en el mundo laboral y económico.
Esta cultura de lo material nos lleva a todos a darle gran importancia a cualidades como la inteligencia, a la capacidad de razonar, de resolver problemas, de gestionar, de crear nuevas estrategias y productos, etc.
Todas estas capacidades y habilidades nacen de una parte de nuestro cerebro llamada neocortex.
Es la parte del cerebro que desarrolló el homo sapiens hace miles de años y que ha capacitado al ser humano para crear todo lo que hoy conocemos como revolución agrícola, industrial, y tecnológica.
Hoy en día somos capaces de hablar a través de un teléfono móvil con una persona al otro lado del mundo apretando solo un botón y sin cables, hemos creado aviones, coches, aparatos y sistemas de todo tipo que han revolucionado la forma en la que vivimos en la tierra.
El gran error que cometemos es que el neocortex no sirve para tomar las decisiones importantes de nuestra vida si antes no las hemos «filtrado» por nuestro cerebro límbico, que es la parte del cerebro responsable de registrar y sentir las emociones que nos conecta con nuestro porqué.
Exceso de información para tomar decisiones
Cuando usas el neocortex para tomar decisiones importantes, lo primero que vas a hacer es analizar los datos que tienes.
Crearás una lista de «pros y contras» ¿te suena?, preguntarás la opinión a tus padres, hermanos, pareja, hijos, amigos y te llenarás de información contradictoria que lo único que hará es crearte más confusión, estrés y ansiedad.
Cuando tienes un exceso de información tu cerebro no sabe como analizarla y se bloquea, y te llevará a tomar una decisión basada en datos externos confusos que en la mayoría de los casos no tienen nada que ver con quien tú eres.
En la mayoría de los casos tomarás decisiones desde tus miedos más profundos como pueden ser la falta de abundancia, la falta de no ser aceptado o querido, etc.
Es decir, nada que ver con tu esencia única como ser humano y con tu porqué – la parte más importante de tu vida.
Conectar con tu porqué a través del cerebro límbico
Las decisiones importantes de tu vida tienen que ver contigo, con quien tú eres en esencia. Llámalo alma, ser interior, corazón, energía, como más te guste. Todos los seres humanos tenemos la capacidad de sentirlo. Quien eres, es tu porqué.
La única forma de conectarte con tu esencia es a través de las emociones y los sentimientos. Quien eres no lo puedes pensar, sólo lo puede sentir.
Y la única forma de conectar con tus emociones es a través de tu cerebro límbico, el que genera y transmite tus emociones y sentimientos. Es pura biología.
Las decisiones importantes de tu vida las debes tomar siempre desde tu ser, no desde la racionalización de datos externos. Tomar decisiones sólo desde la razón activará tu ego, lo que te llevará a buscar protección a lo desconocido.
La trampa del ego
El ego se activa cuando usamos la parte analítica del cerebro. La función básica del ego es protegerte de cualquier situación desconocida o extraña que pueda causarte dolor o incertidumbre.
Tu ego va a buscar siempre mantenerte en tu zona de confort y hacerte tomar decisiones que te mantengan en un lugar «seguro» y conocido frente a cualquier amenaza externa.
Al ego no le gusta nada la incertidumbre o lo desconocido. Simplemente está diseñado así, y cuando eres pequeño te ayuda a sobrevivir.
Esta es la razón por la que tomar decisiones usando nuestro cerebro analítico no te va a conectar con tu ser, con tu porqué, con tu propósito de vida.
La trampa del ego es que aunque tu creas que te protege de lo desconocido y del dolor, lo único que va a hacer es crearte más dolor e insatisfacción personal a ti mismo en el futuro.
El ego te impide evolucionar y crecer. Te impide expresar quien eres en esencia.
Cualquier cosa que hagas en tu vida, si no está alineado con tu porqué y con tus valores, a larga te causará dolor, insatisfacción y desmotivación.
Como conectar con tu sentir y con tu ser
Para conectar con tu cerebro límbico y las emociones tienes reconectar con tu sentir y dejar de pensar.
Dejar que tu cabeza se calme y sentir cual es la decisión correcta. Conecta con tu intuición, que es sabia, y que no necesita razonamiento para saber lo que es correcto.
Pregúntate a ti mismo: ¿Cuál es la decisión correcta? y sin pensar, lo primero que te venga a la cabeza es normalmente tu intuición hablando.
(y no te hagas trampa a ti mismo, deja que sea natural sin condicionarte a lo que tu ego quiere. No es fácil, lo sé, pero se puede aprender)
Para tomar una decisión importante es esencial que tú sientas que es la decisión correcta.
No se trata de SABER si es la decisión correcta, se trata de SENTIR que haces lo correcto, aunque vaya en contra de lo que todos los demás te dicen que hagas, o que vaya en contra de lo que la sociedad establece como «lo correcto y lo lógico».
Normalmente es un sentimiento o emoción que nace en la zona de tu estómago o de tu corazón que te dice que esa es la decisión correcta. No hay explicación lógica ni argumentada. Es lo que tú sientes que es correcto. Sin más.
Así es como lo hacen el resto de mamíferos que no tienen neocortex, y no les va nada mal. Son capaces de tomar decisiones sin tener un cerebro analítico, simplemente saben lo que deben hacer y confían. Sólo siguen su instinto natural, su intuición.
El ser humano es capaz de hacer lo mismo, lo que ocurre es que nos hemos olvidado de hacerlo. La razón nos ha ayudado a evolucionar en muchas cosas, pero nos ha nublado la mente en otras.
Al principio puede dar un poco de miedo confiar en tu intuición y en tu sentir, porque no estás acostumbrados a hacerlo, es cuestión de practicarlo y soltar la necesidad de razonarlo todo y sentir que es lo correcto para ti.
Nunca tendrás la total certeza sobre de tu decisión
Por mucho que lo razones, nunca tendrás el 100% de certeza que lo que decidas es lo correcto. Piénsalo bien. Nadie sabe lo que va a pasar dentro de 1 minuto.
Estoy convencido que en algún momento de tu vida has sentido algo así, en el que te has dicho a ti mismo «siento que esto es lo correcto», y has tomado esa decisión sin tener todos los datos y la certeza de que es la «decisión correcta».
Porque lo cierto es que jamás vas a tener todos los datos, y jamás vas a tener la certeza total de que es la decisión correcta hasta que la tomes, y empieces a actuar. El camino te dirá si es la decisión «correcta».
Voy más allá, cualquier decisión que tomes desde tu sentir, es la decisión correcta siempre.
Cuando sigues tu intuición y tu sentir, estás viviendo acorde a tu porqué, a tu misión de vida, y todo lo que te ocurra en la vida será un aprendizaje que tenías que vivir, tanto lo «bueno» como lo «malo».
¿Significa esto que nunca utilizamos el neocortex analítico para tomar decisiones importantes? Por supuesto que no. El neocortex es muy útil para decidir que cosas son posibles y cuales no lo son (más sobre esto más abajo).
El CÍRCULO DORADO – el porqué, el como y el que
El círculo dorado es un concepto descubierto por Simon Sinek, comunicador y autor norteamericano, que se basa en los principios básicos de la biología humana, independientemente de tus creencias espirituales o religiosas.
El proceso es muy sencillo: el neocortex nos conecta con nuestra parte racional, y el cerebro límbico nos conecta con nuestras emociones y sentimientos, es decir, con nuestro verdadero ser y nuestro porqué.
El concepto del círculo dorado se basa en que las decisiones que tomamos en la vida van siempre de dentro hacia fuera. Empiezan con el porqué lo haces (quien eres), pasan por como lo haces (tus valores y creencias) y el resultado es que haces (tus acciones).
El porqué
Lo primero que debes saber es porque haces lo que haces. Cual es la razón por la que estás en este mundo, cual es el motivo por el que te levantas cada mañana y porque debería importarle a los demás que lo hagas. Lo puedes llamar propósito de vida también.
Tu porqué es tu propósito de vida, es el don natural que tienes desde que naces y que se expresa como la contribución que vienes a dar al mundo. Tu porqué no es lo que haces, o a que te dedicas, es quien eres en esencia.
Todos los seres humanos tenemos un porqué, aunque nos hayamos olvidado y no sepamos cual es. Todos tenemos un don natural y es nuestra misión descubrirlo y compartirlo con el mundo.
Si no lo haces, vivirás una vida con falta de propósito e inspiración, y llena de insatisfacción personal. Tendrás la sensación de que «falta algo». Y te preguntarás «¿Y esto es todo?».
El como
Una vez sabes cuál es tu porqué, puedes articular tu como. Tu como es la manera en la que vas a expresar tu porqué en el mundo. Tu como son tus valores, tus creencias, tus aprendizajes de vida, tus raíces culturales, tus patrones adquiridos y tu personalidad.
Todo lo que es importante para ti es tu como.
Cada uno de nosotros nacemos en una familia diferente, con padres diferentes, costumbres diferentes, culturas diferentes y todos vivimos experiencias diferentes en la vida que van marcando y formando nuestra personalidad, gustos, valores, etc.
Todo esto es lo que nos hace únicos también.
Tu como puede incluir valores como: hacer las cosas simples, compartir con los demás tu conocimiento, hacer siempre lo correcto, respetar el medioambiente, respetar a los animales, ser coherente contigo mismo, ser honesto contigo y los demás, y un largo etc.
El que
Por último decides que vas a hacer para manifestar tu porqué en este mundo. El que es la expresión material y física de tu porqué. El que es lo que haces en tu vida, es la acción tangible y visible de tu porqué.
En el que entra tu profesión, tu negocio, a que te dedicas, tu familia, tus hobbies, tu aportación altruista al mundo, etc. Básicamente tu que es todo lo que haces cada día.
Para decidir «tus ques», es muy útil y debes utilizar tu parte racional y tu cerebro analítico (el neocortex), con la gran diferencia de que todo lo que haces lo haces alineado con tu porqué.
Cuando haces las cosas desde tu porqué, no te vas a plantear hacer cosas que no estén alineadas con tu ser.
Es importante analizar si «tus ques» son viables y ejecutables, y necesitarás usar tu intelecto, tu capacidad de evaluar y tu capacidad de análisis, para esto hemos desarrollado el neocortex, esa parte del cerebro que nos es muy útil para analizarlo y evaluarlo todo.
Tu porqué, tu como y tu que son igual de importantes cada uno. El uno no puede existir sin el otro.
Un porqué si un como no tiene los pilares sobre los que manifestarse. Un porqué sin un que no se puede manifestar en el mundo de manera visible y tangible, por lo que es como si no existiera. El uno se alimenta del otro.
El orden de los factores sí importa en tus decisiones
A la hora de tomar decisiones, el orden de los factores es tremendamente importante. Primero debes saber tu porqué, después tu como y por último tu que. Funciona así para que todo esté alineado.
Decidir que quieres hacer sin saber porque lo haces, es el primer paso para pasarte tu vida haciendo cosas y trabajos que no te aportan ningún tipo de satisfacción personal, y que probablemente no tengan nada que ver con quien eres en los más profundo de tu ser.
Cuando empiezas con el porqué, tienes una razón y un propósito claro de porque haces lo que haces, y esto te llenará de satisfacción y momentos de felicidad en tu vida.
Tomar decisiones se convertirá en un proceso claro y simple, y tendrás una base firme y un faro de dirección muy claro, que es tu porqué. Cualquier «que» que no se alinee con tu porqué ni con tu como, simplemente no será una opción para ti.
Te sentirás además mucho más tranquilo con cualquier decisión que tomes, incluso aunque «te equivoques» (no creo en la equivocaciones, creo que todo es aprendizaje), todo estará alineado con quien eres y lo que has venido a hacer a este mundo. Incluidos los «errores».
Toma las decisiones importantes en base a tus valores si no sabes cuál es tu porqué
Es muy posible que sea la primera vez que escuchas sobre el porqué y el circulo dorado, y no te hayas planteado nunca cuál es tu porqué. Está bien y es normal, yo lo aprendí con ¡47 años!, pero te recomiendo comenzar este proceso para vivir una vida con propósito.
En el caso de no saberlo, y tienes que tomar decisiones importantes ya, utiliza tu como para tomar esas decisiones importantes. Toma tus decisiones en base a tus valores, a las cosas que son importantes e innegociables para ti.
Si no sabes cuales son, simplemente coge una hoja de papel y escribe que valores son importantes para ti y que jamás vas a traicionar pase lo que pase. Es una forma de empezar a conectar con tu ser.
(En este link te puedes descargar una lista de valores humanos. Elige primero los 15 valores que son importantes para ti. De esos 15 descarta 5 y quédate con 10. Finalmente elige los 5 valores que sientes son los más importantes para ti. Esto no significa que los descartados no sean parte de ti, simplemente has hecho las lista de los 5 más importantes que te servirán de guía en tus decisiones. Tómate tu tiempo y SIENTE los valores que son parte de ti)
Tu como es una parte muy importante de quien eres y está muy unido a tu porqué. Podríamos decir que están entrelazados entre sí y son indivisibles.
Tomar decisiones en base a tus valores te ayudará a decidir que cosas te pueden aportar satisfacción personal, sentido y propósito a tu vida.
Una vida con abundancia de cosas materiales sin un propósito detrás, sin un porqué, se convierte en una vida de insatisfacción personal y vacío, te lo aseguro. Te hablo por experiencia propia.
Intentarás llenar tu vida de cosas materiales, harás mil y una actividades para llenar tu tiempo, te rodearás de gente todo el tiempo para no estar solo contigo mismo, pero cuando estás a solas, la sensación de vacío e insatisfacción no se va jamás.
Descubre tu círculo dorado, y tu vida se transformará en una aventura maravillosa.
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